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Capítulo 10.

Cuando Jimin tuvo algún tiempo libre, suponiendo que los chicos regresaron de la cena. Llamó a Daebin, al final la sorpresa era por el retorno de su madre.

Ella dice que se sintió extraña, emocionada y aún no determina que más sentir, cuenta que Daesun lloró emocionada preguntando si era real y que Minsuk estuvo un poco temeroso. Pero su padre les aseguró que Haneul deseaba mucho verlos y que preguntaba por ellos.

A lo que supo es que al siguiente día que era sábado la omega llegaría a casa. Deseaba pasar las fiestas con ellos. Jimin sintió como una correntiada de agua fría caer sobre él. Dijeron un par de palabras más y Jimin continuó con su trabajo.

La madrugada pasó y pronto amaneció. Jungkook apareció para recibir su última dosis, siempre asegurándose de llevarle algo de desayuno, esta vez fue avena con banana en trozos, Jimin lo premió con un lindo y tierno beso.

—¿Qué harás hoy? —pregunta el alfa después de salir del hospital.

—No lo sé —Jimin suspira con melancolía. Jungkook toma su mano y la besa.

—¿Qué sucede, amor? —Jimin parpadea.

—¿Puedes abrazarme? —pregunta. Jungkook, sin tanto que decir, lo toma entre sus brazos y besa su mejilla.

—¿Qué te pasa?

—Eres el mejor de mis sábados Kook —entierra su rostro en su pecho. Jungkook sonríe con ternura.

—¿Qué dices?

—Mi abuela decía que los sábados se llevan el dolor, al principio no entendía, pero con el tiempo supe que ella se refería que hay alguien que siempre te ayuda a disipar todo, antes ella era mi sábado. Ahora tú lo eres.

Jungkook lo sujeta con más fuerza —Eso es lindo, amor. Sabes que puedes decirme lo que quieras, puedes llamarme y estaré siempre.

—Gracias, Jungkook. Lo aprecio mucho.

El alfa lo toma de la mano para encaminarlo al auto, abre la puerta y lo deja pasar. Ya adentro, Jungkook vuelve a tomar su mano y le da un beso —¿Sabes que puedes decirme lo que desees, verdad?

Jimin suspira y cuenta toda la historia mientras Jungkook lo lleva a casa. El alfa chasquea la lengua y se molesta por todo lo que Jimin cuenta —Lamento mucho lo que sucede, ¿necesitas mi ayuda?

—Gracias, por ahora no sé qué sucederá. Pero si ella regresa, creo que no podría seguir en casa. No por el momento.

—Ven a mi casa —Jimin abre los ojos y se sonroja, Jungkook sonríe—. Tengo un par de habitaciones disponibles. Abre ahí —ordena señalando la guantera. Jimin obedece y hay un par de llaves—. Toma una —el omega obedece y luego cierra. Jungkook lo observa de reojo—. Es una de las llaves extras, puedes venir cuando quieras, llámame y vendré por ti a la hora que sea.

Jimin baja la mirada y sus ojos se llenan de lágrimas —No quiero dejar a los chicos. No sé qué pensar, sentir o como actuar. Tengo miedo.

Jungkook estaciona, ajusta el sillón donde se encuentra y toma de la mano al omega para atraerlo a su regazo. Jimin se sonroja, pero se acomoda perfectamente recostándose en su pecho.

—Esperemos que pase lo que tenga que pasar y me informas. Lo que decidas te apoyaré. Piensa en ti también, cariño.

—Gracias, Jungkook. Eres muy lindo.

—No hay de qué. Hazme favor de estar pendiente de tu teléfono porque estaré llamándote, ¿bien?

—Gracias —Jimin frota su rostro aspirando el aroma.

Pasan unos minutos así, luego Jungkook pone a andar el auto después de que Jimin se negara a pasar a comer. Necesitaba llegar a casa para saber que vendría. El alfa baja y abre la puerta, espera a que cruce la calle y se marcha.

Jimin siente algo extraño. Camina con el corazón martillando en su pecho. Hay unas luces afuera y un muñeco de nieve.

Saca la llave de casa y pasa. Ahora los olores son más intensos, siente ganas de llorar. Camina llegando a la cocina. Su corazón quiere detenerse, sus pensamientos se ponen en blanco al ver a quien nunca jamás creyó volver a ver.

Está muy diferente a lo que recordaba, tenía el cabello más corto, usaba pantalones, antes no lo hacía. Sus ojos verdes se conectan y Jimin puede ver el parecido en ellos. Tanto su padre como sus hermanos se quedan en silencio.

Haneul abre los ojos con sorpresa —Jimin... —dice y se acerca con impresión. El omega no es capaz de moverse. Ella se acerca y de la nada lo abraza, él se queda completamente quieto sin saber qué hacer. Alza la mirada y observa a su padre con una vista como si esperara que él hiciera algo.

Sus hermanos lo observan. Ella sonríe y pone sus manos sobre sus hombros —Como has crecido, estás muy lindo —Haneul intenta poner su mano en su rostro, pero él huye del toque.

Ella esboza una leve risa —Lo siento, fui muy invasiva.

Minsuk es el primero en llegar para abrazarlo —Jimin... —dice y él se inclina para tomarlo y abrazarlo.

—Hola, amor. ¿Cómo estás?

—Bien, ¿y tú? —pregunta poniendo sus manos sobre sus mejillas.

Jimin besa su mano —Mejor ahora.

Su padre carraspea —Ahora estamos completos, tu madre vendría a la cena, pero no pudo resistirse a verlos.

Jimin lo ignora al ver la pila de maletas cerca de las gradas, siente que el aire se atora en su pecho.

Daebin se acerca —¿Jimin?

Él la abraza y parpadea —Hola, Daebin, ¿qué tal tu día?

—¿Estás bien? —pregunta con preocupación.

Daesun aparece abrazando a su madre —Claro que está bien, ya sabes cómo es Jimin, dejemos el drama y vamos a desayunar.

Jimin carraspea y los ve ir a la cocina, Minsuk y Daebin voltean a verlo, él les sonríe para hacerles saber que está bien. Los observa sentarse en la mesa, todos parecen sonreír y estar felices y cómodos.

Jimin sube las escaleras a toda prisa, llega a su habitación y cierra la puerta.

Jimin intenta respirar, su corazón duele, quiere llorar, pero no lo hará. Camina por su habitación sitiándose realmente frustrado. Cubre su rostro con sus manos, su pecho duele.

Su celular vibra, al tomarlo nota sus manos con un gran temblor. El nombre de Jungkook aparece en pantalla —Hola...

¿Qué pasa, todo bien?

—No, ella está aquí, Kook —sus ojos pican.

Diablos... Respira amor, tranquilo, ya voy en camino. Hay algo de tráfico porque un idiota que iba borracho mientras conducía se estrelló contra un camión repartidor. No pasó nada grave, pronto estaré contigo.

—No puedo estar aquí. Duele.

Ya, respira, todo estará bien. ¿Quieres ir a casa conmigo?

—Tu trabajo... yo no, no quiero molestar.

Hoseok se encargará de todo, no es tan idiota como crees —intenta bromear. Jimin suspira.

—Bien, yo quiero irme contigo —Jimin obedece a la voz apacible y tranquila del alfa.

Está bien, amor. Pronto estaré ahí.

—Tomaré una ducha, te veo en un rato —Jimin entra al baño y de inmediato se despoja de su ropa, se mete bajo el agua y suspira al sentirla correr en su piel, sus ojos arden. Se queda mirando a la nada con su pecho respirando pesado. De la nada llora, se permite derramar algunas lágrimas.

Tiempo después sale del baño, se cambia poniéndose algo cómodo. Seca su cabello y de pronto escucha unos toques. Se pone nervioso.

Al abrir encuentra a sus padres parados frente a la puerta. Los tres están incómodos, no saben qué decir, al final Jimin suspira —¿Qué sucede?

Dongyun le da una mala mirada como advirtiendo que no diga nada imprudente. Haneul sonríe, intenta hablar como si nada hubiese pasado.

—No llegaste a comer.

—No tengo hambre —responde pasando su cabello detrás de su oreja.

La omega parpadea y vuelve a sonreír —En serio estás muy lindo. Eres como mamá cuando era joven —ella entra y Jimin siente desmayarse.

Su padre se queda en la puerta, lo ve sonreír a su madre. Y diablos a pesar de todo, algo en él entiende, ahí está su omega por la cual lloró y sufrió tanto.

Jimin frunce el ceño cuando la ve tomar la placa de papel que sus hermanos le obsequiaron, ella pasa sus dedos por los adornos.

—Ten cuidado —él previene.

—Lo siento, ellos te adoran, ¿no es así? —sonríe.

Jimin carraspea —¿Qué es lo que quieren, qué desean?

Dongyun lo voltea a ver, el pecho de Jimin sube y baja —Necesitamos hablar.

—Bueno... Yo escucho.

Haneul se da vuelta después de observar las cosas en la habitación —Supongo tu padre ya te habrá dicho las noticias.

—¿A cuáles te refieres exactamente?

Ella llega al lado de su padre y toma su brazo, Dongyun sonríe en grande. No entiende el porqué, pero dentro de Jimin algo se rompe en mil pedazos —Seremos una familia de nuevo. Me mudaré con ustedes, todo será como siempre debió ser. Tus hermanos, tú y nosotros.

Jimin tiene los ojos rojos, su respiración se atasca y lleva su mano al pecho —No puedo con esto, realmente no puedo... —dice intentando que su llanto no salga.

—No hagas un drama innecesario, cariño —la omega intenta tomar su brazo. Jimin se aleja.

—No vuelvas a llamarme cariño otra vez —dice con lágrimas en sus mejillas mientras niega.

—Pero Jimin...

—No, yo le dije a él que no, aún no. No puedo, yo no estoy listo para esto —intenta respirar; sin embargo el aire parece no llegar a sus pulmones.

—No seas grosero, tu madre vino para empezar de nuevo.

Jimin se da la vuelta, no quiere que lo vean llorar.

—Yo solo quiero el lugar que me corresponde, Jimin, en realidad no quiero hacerte sentir mal. Solamente quiero recuperar el tiempo y todo lo dejé atrás.

—¿Recuperar lo que dejaste atrás? —pregunta en tono seco.

—Sí, ustedes son mi familia, soy tu madre.

Jimin se da vuelta —Lo lamento, pero no estoy de acuerdo con nada. ¿Regresas un día como si nada esperando que te reciba con los brazos abiertos? Te fuiste hace mucho tiempo, nos dejaste abandonados, no puedo considerarte mi madre. No después de todo, no... —Jimin lleva su mano al pecho.

—No puedes ser tan egoísta, hijo. Yo no me sentía completa...

Jimin ríe con lágrimas en los ojos, ninguno se dio cuenta de que los menores subían las gradas al escucharlos alzar la voz —Egoísta, ahora soy egoísta. Está bien, respeto lo que se te antoje creer. Pero no puedo ser hipócrita y fingir que todo está bien. Maldición Haneul, te fuiste y nos dejaste sin decir nada...

—Yo sé que estuve mal, pero necesitaba tiempo para mí...

—¿Con otro alfa? ¿Formando otra familia? ¿Ya no sirvió tu reemplazo? ¿Y nosotros qué?

—Fue porque los amaba, hice eso porque te amaba, cariño.

Jimin de verdad intenta guardar la calma, no ser grosero, demostrar que nada duele, pero le está siendo imposible —Deja de decir que tú me amabas o me amas, solo te gusta recibir amor, nos dejaste cuando más te necesitábamos. ¿Y qué pretendes? ¿Piensas que somos idiotas o qué? Regresas ahora que tu prototipo de la perfecta familia se acabó, regresas a querer la nuestra, porque al fin tu plan "b" no funcionó. No, yo no quiero saber nada de ti —Dongyun se acerca amenazador, Jimin le hace frente—. Ahora no. No puedo —Jimin intenta dar fuertes bocanadas de aire.

El alfa se queda junto a la omega que parece querer llorar —Mira lo que haces, Jimin eres un insensible, nosotros solo queremos hacerlos felices, recuperar a nuestra familia. Deja de ser tan infantil, no seas tonto, compórtate como un buen hijo. Pídele perdón a tu madre.

Jimin termina de dejar caer sus lágrimas —¿Perdón? ¿Por qué exactamente? Crecí e hice una nueva familia con los chicos. Ustedes dos no saben nada, me llaman egoísta, insensible, mal hijo, ¿y ustedes que son? —pregunta, su rostro finge preocupación—. Perdón, tienen razón, yo soy el mal hijo que ha olvidado darles el premio a mejores padres del mundo.

—¡Jimin! —Dongyun grita.

—¿Qué padre? —Jimin pregunta en tono burlón—. Te dije lo que pensaba con respecto a esto y no le diste importancia. Yo solo... déjenme por favor, necesito un tiempo.

—Tú no mandas, esta es mi casa y puedo hacer lo que quiera, si no te agradan mis decisiones te puedes largar. Solo queremos arreglar las cosas y tú intentas arruinar todo, si no pides perdón en este instante es mejor que te vayas, tú arruinas todo, ¿tan difícil es darle vuelta a la hoja?

Minsuk hace un gran puchero, Daebin lo toma de los hombros evitando que se entrometa. Daesun solo observa con el rostro enfadado.

Jimin traga fuerte —No creo que se pueda seguir arruinando algo que ya está destrozado, ¿sabes? Ya te lo dije, ustedes dos son el uno para el otro.

Haneul levanta el rostro —No entiendo porqué actúas de esta forma, pensé que eras diferente, tus hermanos hablan maravillas de ti.

—Claro que lo hacen, yo no los abandoné —sisea con molestia. Odia el crudo sentimiento, la ve ahí como si nada llorar como si él le estuviera haciendo el peor de los daños.

—Por favor no seas egoísta, no puedes negarnos esa felicidad —la omega continúa.

—Por la vida, tú no puedes estar diciendo esto. No puedes.

—Por la luna Jimin deja de actuar como un pequeño bebé, ¿te estás escuchando? —Dongyun riñe.

—¿Qué acaso ustedes se escuchan? Perdón si estoy mal, pero no puedo entender cómo es que pretenden que yo pueda estar bien con todo esto. Me insultan, ella regresa como si nada sin decir un estúpido lo siento o alguna explicación después de tanto tiempo, maldición, y no sé, pero al menos... —el omega deja salir un par de lágrimas.

—Jimin... —su padre advierte.

—No, ustedes no entienden lo que duele. Lo difícil que ha sido para nosotros crecer sin ustedes. Intentar sobrevivir porque tú te marchaste y luego tú decidiste morir en su partida. Nunca lo hicieron —sus lágrimas corren sobre sus mejillas—. Ya dije que los chicos pueden hacer lo que ellos quieren, al final son ustedes los que los trajeron al mundo.

—Claro que lo harán, son nuestros hijos —Haneul dice sorbiendo su nariz.

Jimin ladea el rostro, vuelve a reír sin gracia incapaz de creer lo que escucha —¿Ahora si son tus hijos?

—Esto es muy doloroso, yo no puedo hacerlo, será mejor que me vaya —Haneul solloza y busca a Dongyun.

—Mira lo que provocas, Jimin —el alfa busca el rostro de la omega—. Tú no te irás a ningún lado, en todo caso el que debe marcharse si no está de acuerdo con todo esto es otro —dice con mirada fría.

—Desde hace mucho tiempo que he deseado hacerlo, ¿sabes? —Jimin habla. Todos voltean a verlo—. Si no me marché antes fue por ellos; aún así, hoy si no lo hiciera sería solamente por Daebin, Daesun y Minsuk. Son lo único bueno que ustedes me dieron. Porque de ahí en más no tengo ningún recuerdo feliz o agradable con ustedes. Solamente dolor y sufrimiento. Los chicos son todo para mí, y si a alguien debo agradecer por lo que soy es a ellos.

—Por Dios Jimin deja el drama —Dongyun vuelve a hablar por lo bajo.

Haneul sorbe su nariz —Tu padre tiene razón, hijo, deja de hacer tanto drama por esto —y eso fue todo, él explota. Quería terminar de la mejor manera donde él no se sintiera peor, pero parece que no sirve.

—Vaya drama, saben, me imagino que para ustedes todo fue olvidado como si nada hubiera pasado, pero ahora yo no puedo. No puedo olvidar las veces que lloré para que regresaras. Las veces que salí a con los vecinos por algo de comer porque mi padre estaba ahogado en alcohol y mis hermanos lloraban por comida y por sus malditos padres. Tienen razón, hago mucho drama al no olvidar las veces que tuve que consolar a mis hermanos diciendo que todo estaría bien.

Haneul lleva una mano al corazón, llora al escuchar cada palabra, Jimin busca algunas cosas que llevar, pero no deja de hablar —No sé cómo olvidar que Minsuk creció sin ninguno de ustedes dos, que Daebin y Daesun lloraban cada noche por su madre y ella se había marchado porque no fuimos lo suficiente para ella.

Jimin vuelve a limpiarse las lágrimas —No puedo olvidar los desprecios, la razón por la que te fuiste y porque Daesun y mi padre me culpan por tu partida cuando sabemos perfectamente cuál es la realidad —Jimin camina frente a la omega—. El otro día hablé con él, dile que te cuente todo lo que dije. Supongo algo recordará.

—Yo no sabía todo esto —ella se excusa.

Jimin siente de nuevo que el aire le falta, ella no es capaz de decir ni lo siento —Y lo que te falta saber. Me abandonaste, me dejaste solo con ellos, te fuiste sin decir nada, era yo con las gemelas de cinco años y Minsuk con días de nacido, ¿comprendes? No había nadie para mí cuando lo necesité, absolutamente nadie. No me pidas que yo esté ahora, no te creo absolutamente nada, cuando te canses irás en búsqueda de otra familia, pero yo no me iré, siempre estaré para ellos.

Daebin y Minsuk lloran escuchando todo, Daesun se queda parada escuchando todo. La voz de Jimin vuelve a sonar.

—Puedo soportar desprecios, insultos y humillaciones, pero no se te ocurra hacerles daño o que vuelvan a sufrir, porque entonces te daré una oportunidad para conocerme.

Jimin mira a la omega —Solo espero que esta vez tengas la suficiente madurez emocional para comprender el daño que puedes volver a hacer si un día decides marcharte, si vuelves a aburrirte o cansarte de nuestra hermosa familia.

Jimin voltea a ver a Dongyun —Y tú padre, deseo que esta vez actúes como alfa y des la prioridad a quienes realmente lo merecen. Son niños, ellos los necesitan.

Haneul llora desconsolada en el pecho del alfa, Dongyun le da una mirada dolida a Jimin —Será mejor que te marches —Minsuk se asoma negando, Jimin le sonríe con la intención de consolarlo, le dice que todo está bien.

El pequeño alfa se deja ver por completo —No te vayas, Jimin —llora.

Haneul se acerca y abraza a Minsuk, Dongyun la sigue y habla: —Déjalo, será lo mejor. Jimin no puede acatar las reglas, no quiere arreglar a nuestra familia. Es mejor que se marche y vuelva cuando reconozca su error y pida disculpas.

—Lo sé —Jimin toma el bolso que tiene su uniforme y otras cosas sencillas. Claro que no lo demuestra, pero por dentro está deshecho.

Vuelve a llorar asegurando a sus hermanos que volvería por ellos.

—Si intentas llevártelos iré a la policía, son nuestros hijos —Dongyun y Haneul son firmes.

Jimin niega mientras da una sonrisa burlona.

La puerta suena. La voz de Daebin se escucha —Jimin, alguien pregunta por ti —el omega pasa dejando a la pareja en la habitación. Al salir sonríe y Daebin ahora entiende muchas cosas. Más de lo que hacía.

Minsuk se apega a Jimin —¿Por qué... cuánto tiempo te vas?

—Quizá sea por un corto tiempo, todo saldrá bien, lo prometo. Yo vendré a visitarlos.

—¿Con quién iras? —Daebin pregunta al borde de las lágrimas—. Nosotros iremos contigo, no te dejaremos solo —solloza.

El omega la atrae en un abrazo —Estaré bien, les presentaré a alguien especial, no puedo obligarlos a qué vengan, o se queden. Si desean darles una oportunidad, está bien, no tengo ningún problema, prometo estar al pendiente y cualquier situación tú me lo harás saber, ¿no es así? —Jimin peina su cabello y besa su frente.

—Sabes que sí.

Daesun se queda de brazos cruzados. Intenta decir algo, pero nada sale de su boca. Solo se acerca y le da un abrazo rápido. Jimin le sonríe y le besa la mejilla —Sabes que te quiero, ¿verdad? —la omega asiente, lo observa, sus ojos parecen tener lágrimas. Jimin sonríe—. Eso es todo, no dudes en llamar cuando me necesites —voltea a con Minsuk—. Mi pequeño bebé —suspira aguantando el llanto. Sus padres observan todo desde arriba de las gradas—. Te amo con todo mi corazón.

Minsuk se abraza a su cuello y deja caer un par de lágrimas —Y yo a ti, mami.

Jimin lo apretuja más—. No te vayas, por favor, nosotros seremos mejores, ¿verdad, chicas? —él observa los ojos de su hermano.

—No te preocupes, Minsuk, ya pasará todo, confía en mí. Si te sientes incómodo o necesitas algo, solo llámame a cualquier hora, yo vendré por ti, pequeño, ¿estás bien, no?

—Sí, me hace feliz tener a nuestros padres. Pero...

—Lo que importa es que tú estés feliz —besa su mejilla, Jimin los toma de la mano y baja las gradas. Intenta verse fuerte. Abre la puerta y ve a Jungkook desesperado. El alfa al ver su rostro lo abraza de inmediato.

—Lamento tardar tanto, cariño, perdóname, ¿estás bien? —Jimin asiente y cierra los ojos al percibir el aroma. Jungkook besa su mejilla. Y el omega se aleja.

—Mira, ellos son mis hermanos —presenta, intentando verse sonriente, llamando a cada uno por su nombre—. Daebin, Daesun y Minsuk.

Jungkook sonríe levantando la mano —Es un gusto, chicos, Jimin me habla mucho de ustedes.

—Yo también sé de ti —Minsuk dice y al tener la atención de todos en él se sonroja.

—Eso es lindo, espero que sean cosas buenas —Jungkook acerca el puño al alfa para saludar.

—Lo son —Minsuk habla escondiéndose detrás de Daebin.

Se escuchan pasos, la voz de Dongyun suena —Es hora de entrar niños, vengan veremos una película.

Jimin siente una punzada de nuevo. Jungkook lo toma de la mano y da un leve apretón. El omega vuelve a darles un abrazo, solo que esta vez tiene una sonrisa muy fingida en su rostro.

Daesun es la primera en entrar. Jimin abraza a Minsuk, Daebin aprovecha y se acerca a Jungkook —Cuídalo, por favor, Jimin merece a alguien que vele por él, ya es hora que lo amen como merece, pareces bueno, pero si le haces daño te las verás conmigo.

Jungkook asiente, admirado de la actitud de la joven. Observa a Jimin llenar de besos a su pequeño hermano. Luego se pone de pie y habla de nuevo a su hermana —Júrame por los chicos que me llamarás si sucede algo. Promételo.

—Lo juro, tranquilo tú ve, toma esto como unas vacaciones, pronto estaremos juntos —le guiña un ojo.

Jimin sonríe y le besa la mejilla —Eso espero, mantenme al tanto, ¿bien?

—Así será, no te preocupes, parece lindo, espero te trate bien.

—Lo hace —Jimin sonríe.

—Me alegro, cualquier cosa nos avisas. Siempre estaremos para ti, Jimin —ella dice y toma a Minsuk de la mano lista para entrar.

Jimin vuelve a decir adiós con la mano, los chicos entran y al cerrar la puerta Jimin empieza a llorar. Jungkook lo abraza y lo lleva al auto. El omega hipa desconsolado. Jungkook de nuevo lo lleva a su regazo.

—¿Qué sucede?

—Me sacaron de casa porque no quise estar en familia. Ellos ni siquiera me dijeron lo siento o me preguntaron cómo estaba, Jungkook.

—Lo siento mucho amor, tus padres son muy idiotas, no te preocupes, ya estoy contigo, me tienes a mí, bebé.

—Gracias, Kook —Jimin se esconde en su cuello por un largo rato. Cuando se siente más tranquilo, Jungkook lo ayuda a pasarse al sillón de copiloto. Y cierra sus ojos, su alfa deja salir su aroma para ayudarle a relajarse.

Jimin agradece en susurros y Jungkook conduce hasta su casa. Al llegar Jimin está completamente dormido. Algunos empleados se acercan al verlo llegar. Jungkook deja que se hagan cargo del auto mientras él lleva en brazos al omega, sube con él las gradas de la planta baja sin ningún problema y lo lleva a una habitación, para ser precisos su habitación. Lo deposita sobre la cama con sumo cuidado y quita el cabello de su rostro, lo arropa besando su mejilla.

Jimin lo toma del brazo y lo atrae cerca —Quédate no me dejes.

Jungkook le sonríe y sin más que agregar se escabulle. Jimin se pone de lado, Jungkook lo abraza contra su pecho —Gracias, alfa —el omega susurra antes de quedar completamente dormido.

—No es nada, omega, aquí estoy bebé, descansa —Jungkook le deja un casto beso en la nariz y acompaña a Jimin todo el tiempo que su omega lo necesite.

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